Grau el comic

El padre amoroso y padre ejemplar

A pocos metros de la iglesia de la Merced, en el numero 22 de la calle Lescano, hoy Jirón Huancavelica, vivía la familia Grau.

 

El comandante Miguel Grau, hombre autentico enraizado en la entrada misma de su pueblo, profesaba la fe católica y acudía al cercano templo de los padres mercedarios en compañía de su numerosa familia.

En momentos trágicos para la patria  y en circunstancias en que Grau es, a bordo del monitor «Huáscar»,  el bastión  inconmovible  del Perú  frente a las pretenciones de rápida conquista del enemigo, él, primer soldado de la patria en el mar de 3 naciones, no vacila en afirmar:

«Yo solo soy un pobre marinero que trata de servir a su Patria», y en otra oportunidad «si  el Huáscar no regresa triunfante al Callao tampoco yo regresaré».

Así, es el esposo amoroso y padre ejemplar que en una carta dirigida a su esposa, a pocos días del combate de Iquique, un 29 de Mayo de 1879, escribe:

«Si ya has cobrado el mes de Mayo, cómprales a los muchachos unos vestiditos y camisas para que vayan siempre aseados a la escuela» y «no dejes que los niños salgan solos a la calle, y pocas veces a la puerta».

Innumerables cartas, dirigidas siempre a su «queridísima esposa» y despedidas con «un fuerte y tierno abrazo de tu esposo que no te olvida», presentan con luz de día al hombre que en la intimidad, es también ejemplo y orgullo de sus connacionales.

 

 


 

El joven grumete Grau

Los padres y madres lo entenderán mejor, para aquel niño embarcado a los 8 años en el bergantín “Tescua” y luego en la goleta “Florida”, es sin duda un grumete demasiado joven para hacerse a la vida dura del mar.

Náufrago en la isla Gorgona (Colombia), como tripulante del “Tescua”, Miguel Grau, logrará nuevamente el permiso familiar para iniciar a bordo de la “Florida”  su temprana vocación en las cubiertas de muchas naves mercantes durante años ininterrumpidos.

Navega a lejanas islas del Pacifico y conoce las exóticas Sandwich, hoy Hawai. Arribará a costas Europeas y retornará al Océano Pacífico, Hong Kong, Shangai, Singapur y Macao, serán nombres familiares  en el fascinante periplo (Viaje largo por numerosos países) del bisoño marino. Conocerá  América  en sus costas atlántica y pacífica y volverá al mar oriental de la China.

Severos capitanes y contramaestres de leyenda, maestros anónimos de perdurables enseñanzas, forjaran en él las virtudes y limarán defectos.

En 1853, Grau volverá al Perú definitivamente, el robusto y experimentado marino de 18 años  de edad, apto para seguir la carrera naval, como guardiamarina.

Difícil pues imaginar, la maduración durísima  y conmovedora del niño de 8 años en ruta, al joven de 18. Tan importante periodo en la vida de Miguel Grau, significará, con el natural crecimiento físico, el desarrollo de su andamiaje moral, que hará de él, el peruano más importante de su hora y el más importante peruano de nuestra historia.

 


¿Por qué Grau en el congreso hoy?

Porqué don Miguel Grau, tras obtener de la marina el 5 de Agosto de 1876 la licencia respectiva por el tiempo de duración de los trabajos parlamentarios, inicia labores como representante por la ciudad de Paita, lugar donde él residió en su niñez.

El diputado Grau pone en tan significativo quehacer la proverbial entrega que le era característica reconocida entre sus contemporáneos.

Su vocación de defensor del derecho constituido, es una constante en Grau y encontró especial cima en 1872, con motivo del levantamiento de los hermanos Gutiérrez contra el presidente Don José balta  y contra la legitima elección presidencial de Don Manuel Pardo, luego primer presidente civil de la nación.

En 1872, Grau, comandante del monitor «Huáscar» lidero el movimiento institucional  y cívico que logro su cometido de  «impedir la ruina del régimen constitucional». (manifiesto a la nación, 23 de Julio de 1872).

La actuación parlamentaria de Don Miguel Grau en las legislaturas de los año 1876  a 1879 guardo paralelismo con las excelsas cualidades profesionales del marino, también ciudadano de méritos  relevantes en el afecto de la patria.

Hoy, el ilustre nombre Grau llamado a la lista por el Presidente del Congreso desde el miércoles 2 de Noviembre de 1983, es respondido al unisono por los parlamentarios de todas las curules con un vibrante «PRESENTE». Patriótica respuesta de los representantes de la nación peruana a tan aclarecido pronombre de nuestra historia naval, también héroe cívico de la república.


Grau, almirante de Huáscar

“Hay una tumba sin cruces en Punta de Angamos.

Un recuerdo de luz que un puñado de marinos erigió por siempre para gloria de su patria.

Más allá del valor y de límites tangibles

escribiste Almirante, una oda de nobleza que hace honor a la guerra y sombra a sus trofeos.

Tu pueblo, agradecido pronuncia con respeto el nombre de aquel buque de inmenso memorar: “Huáscar”.

En el pico de tu nave fue el pabellón bicolor: rojo heroico en dos campos  y demanda de la paz.

Cuando ante la realidad triste de una pérdida física, se alzan acciones de valía inmarcesible,

Entonces, los valores del espíritu han elevado laureles,

Que sobre los bienes de los héroes, hacen del recuerdo: oración que conforta y enseña.

El cielo sereno supo, como el mundo, del estupor de tus andanzas y nunca el palpitar de tu gente fue más fuerte y más Perú:

Grau, Almirante del “Huáscar”,

El sacrificio de los peruanos de Angamos es hoy

Y por toda la eternidad blasón que impulsa y exige con la emulación,

la grandeza de sus hijos, los marinos del Perú”.

 

“Los peruanos de Angamos”

1976

 (Obra teatral)

 

 

Historia Gráfica de miguel Grau: Fernando Casaretto Alvarado.

Arte y diseño: Hilda Casaretto Sánchez de Matallana.