Tenía que ser la plaga pierolista la que pudo alguna vez, en 1877, secuestrar al blindado»Huáscar» y sembrar el caos en nombre de la revolución». La nave que se haría gloriosa dos años después se enfrentó así a cañonazos con la leal fragata «Independencia», que defendía la legalidad y, poco después, convertida en embarcación pirata, …