Tras la derrota de Huamachuco (10 de julio de 1883) Andrés Avelino Cáceres recibe el ofrecimiento de una ayuda tardía del nefasto Lizardo Montero, encerrado en Arequipa con un ejército de 5,000 hombres, cañones de montaña, municiones y provisiones. El brujo de los Andes se entusiasma. Cree en Montero. Será en vano. Montero lo dejará …