La Chilenizacion de Tacna, Arica y Tarapaca

El 20 de octubre de 1883 se firmó el Tratado de Ancón entre los gobiernos de Perú y Chile. Este tratado buscó restablecer la paz y amistad entre los dos países, al final de su participación en la Guerra del Pacífico, y estabilizar las relaciones post-bélicas entre ambos.
De acuerdo a las disposiciones del tratado, Chile obtuvo el dominio, perpetuo e incondicional, sobre el Departamento de Tarapacá y la posesión de las provincias de Tacna y Arica, y sujetas a la legislación y autoridades chilenas, por diez años contados desde la ratificación del tratado, que se efectuó durante el año 1884.


Vencido dicho plazo, se debía organizar un plebiscito que definiría si tales territorios quedarían bajo soberanía de Chile, o si continuarían siendo parte del territorio del Estado peruano. Aquel de los dos países a cuyo favor quedaren anexadas tales provincias, pagaría al otro la suma de diez millones de pesos chilenos de plata o soles peruanos de igual ley y peso de aquella. Un protocolo especial establecería la forma en que el plebiscito debía de tener lugar y los términos y plazos para el pago de la compensación económica señalada.

Actividades chilenas y peruanas
Administración territorial

 

El Estado de Chile creó el 31 de octubre de 1884 la Provincia de Tacna, sobre la base de los territorios de las provincias peruanas de Tacna y Arica del Departamento de Tacna poseídas en virtud del Tratado de Ancón, incorporándolos a su estructura político-administrativa de aquel entonces. Esta provincia, regida por un intendente, estuvo compuesta por los departamentos Tacna (con cabecera en Tacna) y Arica (con cabecera en Arica), regidos por gobernadores departamentales. La capital provincial fue establecida en la ciudad de Tacna.

Asimismo, también creó la Provincia de Tarapacá, a partir del territorio del departamento peruano de Tarapacá, cedido según el Tratado de Ancón a Chile por Perú. Dicha provincia estaba dividida en dos departamentos, Pisagua (con cabecera en Pisagua) y Tarapacá (cabecera en Iquique), con capital en la ciudad de Iquique. Además, el mismo año 1884, se creó por ley una Corte de Apelaciones «ubicada, por ahora, en Iquique, cuyo distrito judicial corresponderá a la provincia de Tarapacá y los territorios de Tacna i Arica, mientras éstos estén sometidos a la jurisdicción chilena […] i con la facultad en el Presidente de la República para trasladar dicha Corte a otra localidad de los territorios sometidos a la jurisdicción del mismo tribunal, de acuerdo con el Consejo de Estado«. En septiembre de 1887 se decretó el traslado de dicha Corte de Apelaciones a la ciudad de Tacna, para que entrase en funciones a contar del 1 de octubre del mismo año.

Por medida o influencia de la autoridad chilena, en Tacna, Arica y Tarapacá las calles comenzaron a ser renombradas y se alteraron las efemérides locales.En Tacna la calle Alameda pasó a llamarse Baquedano, en Arica la calle 2 de Mayo se convertiría en 21 de Mayo, y en Iquique la calle Tacna cambiaría a Obispo Labbé.

La discriminación hacia la población de origen peruano fue notoria en las obras públicas promovidas por el Estado que perjudicaron al oasis de Pica y los valles cercanos de Quisma y Matilla, ya que sus aguas fueron expropiadas para abastecer a Iquique.

El diario La Unión de Valparaíso, en 1902 señalaba que «Una generación se ha sustituido a otra en la Alsacia y Lorenay, a pesar de esto y a pesar del talento y discreción de los políticos alemanes todavía el sentimiento francés anima a esas provincias. Y nosotros creemos que con unas cuantas casas y edificios, con la presencia de una Corte, con la presencia de algunos periodistas y de algunas autoridades chilenas podemos chilenizar a Tacna y Arica, donde el sentimiento peruano se mantiene en tensión continua y es hoy mucho más vivo y ardoroso que antes […] Parece que ya hay tiempo de sobra para desengañarnos, para conocer que en todas estas tentativas de chilenización, lo único que se chileniza es el dinero del Fisco, y hasta se le peruaniza, puesto que los gastos se convierten en mejoras de ciudades que al fin, pueden pasar al poder del Perú, sin beneficio alguno para nosotros«.

El proceso de chilenización de Tacna y Arica estuvo directamente relacionado con las negociaciones por el plebiscitoestablecido en el Tratado de Ancón.