Gracias a su libro «Las guerrillas indígenas en la guerra con Chile» se abrieron nuevas perspectivas para entender la Guerra del Pacífico. Conversamos con Nelson Manrique, sociólogo e historiador de la Universidad Católica, sobre las razones del conflicto, tema del volumen 8 de la «Historia de la República».
¿Cuál es la evolución republicana del Perú y Chile?
En primer lugar, a diferencia del Perú, Chile hace su propia independencia. En Chile hay una burguesía que se juega por la independencia y que luego se afirma como una clase dominante con extraordinaria consistencia. Entre 1831 y 1891 no hubo un solo golpe militar en Chile. Todos sus gobiernos fueron constitucionales y duraron 6 años. En 1881, mientras Lima era ocupada, los chilenos se dan el lujo de hacer una campaña electoral con cuatro candidatos, seguida de una transferencia democrática de poder. Durante ese período, la duración de un presidente en el Perú es, en promedio, de un semestre.
¿Cuál era la situación económica del Perú antes de la guerra?
Un desastre. Hay dos momentos en que el Perú se declara en bancarrota. El primero es luego de la independencia, cuando la ilusión de la riqueza minera se extingue y los créditos que se concertaron en la bolsa de Londres para financiar la independencia no pueden ser pagados. Recién en 1849, con los ingresos del guano, se empieza a pagar. Gracias al guano y al salitre, entre 1849 y 1873 los ingresos se multiplican por cinco, pero las deudas se multiplican por ocho. Creyendo que el guano es eterno, la oligarquía peruana gasta por encima de sus recursos.
El primer movimiento de trabajadores en Lima es organizado por carpinteros y ebanistas que atacan un barco en el Callao y tiran al mar la mercancía. Y es que la oligarquía limeña ya no les manda a hacer nada, ni siquiera las puertas de sus casas. ¡Todo lo estaban importando! Se dilapidan los recursos. Los cien millones de libras esterlinas que ingresan en el período colocan al Perú como potencia económica de América Latina, pero en 1873 se descubre no solo que ya no existe ese dinero sino que el Perú se ha endeudado por ocho.
¿En qué consiste la deuda interna?
Digamos que si un sargento mayor te requisa tres mulas, te da un vale que dice «el ejército patriota debe al señor por tres mulas». Esa es la deuda interna que en 1849 decide pagarse. Pero se hace un negociado tremendo y se inventan papeles para justificar pagos. La comisión nombrada para evaluar la corrupción estimó que la deuda ascendía a unos 7 millones de soles. ¡Pero se pagaron 23 millones! Una total irresponsabilidad. Para 1876 el Estado Peruano se declara formalmente en bancarrota.
A tres años de la guerra.
Además, como entre 1821 y 1872 los presidentes peruanos, sin excepción, habían sido militares, cuando en 1872 llega al poder el primer presidente civil, Manuel Pardo, busca controlar el militarismo y fortalece cuerpos alternativos como la Guardia Nacional, debilitando las Fuerzas Armadas en vísperas de la guerra. Mientras tanto, los acorazados que Chile compra provocan una crisis en Estados Unidos, que, de repente, descubre que su Marina, compuesta por corbetas y monitores, ha quedado obsoleta. Los dos barcos chilenos son lo más moderno en toda América. En el Perú hay una clamorosa imprevisión frente a un país que se preparaba para la guerra.
¿Era necesario suscribir un tratado defensivo con Bolivia?
Basadre ha registrado al menos seis ocasiones en que los diplomáticos chilenos se acercan a la élite boliviana ofreciéndoles la alternativa de que Bolivia les ceda su litoral a cambio del respaldo de Chile para apropiarse de Arica.
Basadre concluye, acertadamente, que el Perú no tenía alternativa: si no se aliaba con Bolivia, se abría el camino a una alianza chileno-boliviana. Se plantea entonces impedir la guerra a través de una alianza integrada por Perú, Bolivia y Argentina, país que tenía un conflicto con Chile por la Patagonia y cuyo Senado aprueba la propuesta. Como Bolivia no tenía flota y era evidente que la guerra se definiría en el mar, solo una armada combinada peruano-argentina podría neutralizar a la chilena.
¿Qué impide que se concrete la alianza?
El canciller boliviano Mariano Baptista se juega con todo a sabotear esta relación por un diferendo limítrofe entre Bolivia y Argentina sobre Tarija, que, de acuerdo al uti possidetis juri de 1810, pertenecía a Argentina, pero que formaba parte de Bolivia por autodeterminación. La posición argentina era no reclamar Tarija, pero para participar en la alianza plantean que se mencione explícitamente la defensa del principio del uti possidetis debido a que ese era su título en la controversia con Chile sobre la Patagonia.
Los bolivianos se niegan a toda referencia al uti po- ssidetis en la alianza y la participación de Argentina se dificulta. Pero había otra razón de fondo: el canciller Baptista era abogado de las grandes familias de la oligarquía minera boliviana que habían crecido aliadas al capital británico y chileno. Aniceto Arce, el minero más importante, luego presidente de Bolivia, es uno de los defensores de la tesis de una alianza con Chile en contra del Perú. De hecho, Arce mantiene su empresa, la minera Huanchaca, la más grande de Bolivia, cuyo capital es compartido con Chile, operando y distribuyendo utilidades en plena guerra. En 1883 Arce comienza la construcción del ferrocarril que unirá Antofagasta -el puerto que Chile acababa de quitarles- con su mina, y como presidente, promueve su expansión a Oruro, Potosí y La Paz a fin de integrar el mercado interno boliviano con Chile. La oligarquía minera boliviana sacrifica el litoral en defensa de sus propios intereses.
¿Qué significaba para Chile el salitre?
El más grande liberal que tuvimos, Manuel Pardo, presidente del Partido Civil y del Perú, comprometido con el libre mercado y el librecambismo, nacionaliza el salitre en 1875. Y es que finalmente se da cuenta de algo que ahora los chilenos también saben y por eso no venden el cobre: que es necesario defender los recursos propios. ¿Qué significó la guerra para Chile? En 1885 el salitre responde al 52% del presupuesto nacional chileno, pero apenas una década después Chile ya había perdido el salitre a manos del capital inglés, con John North, el rey del salitre, a la cabeza. El presidente Balmaceda, canciller durante la Guerra del Pacífico, había reaccionado nacionalizando las salitreras en 1890, pero la oligarquía chilena, en alianza con el capital británico, le monta el primer golpe de la historia de Chile. Balmaceda es derrocado en 1891 y, como Allende, se suicida antes de entregar el poder.
Por otra parte, el Perú oficial valora poco la resistencia indígena en la sierra.
La resistencia es extraordinaria. Pero el mejor balance lo hace el propio Cáceres. Los encargados del municipio de Acostambo, en la sierra central, le envían una carta para ponerse a sus órdenes y Cáceres les responde con otra carta el 29 de noviembre de 1883.
Es un documento importante que quisiera citar: «Cuando en el país todo es desconcierto y desmoralización, cuando la ruina de nuestras instituciones no reconoce otra causa que la falta absoluta de sentido moral, cuando los grandes móviles han desaparecido ante el empuje de innobles propósitos y de mezquinos intereses, es ciertamente consolador y de fecunda enseñanza el glorioso contraste que ofrece el pueblo de Acostambo (…), levantándose con la altivez de la dignidad nacional herida pero no humillada, con la desesperación del patriotismo que no se detiene ante el sacrificio, resuelto a morir combatiendo contra los enemigos del Perú». Aquí viene el balance:
«Dos clases de elementos ha contado el Perú en la lucha sangrienta a que Chile lo provocara. El elemento de los capitalistas y de los audaces, compuesto el primero de comerciantes enriquecidos con la fortuna pública, y el segundo de empleados civiles y militares sin talento y sin carácter, encumbrados por su propia miseria a la sombra de revoluciones injustificables que han desmoralizado la república.
Cuando el vigor del patriotismo parece haberse extinguido por completo (…), entonces las grandes virtudes, que no existían en las clases directoras de la sociedad, reaparecen con más generosidad en el corazón de pueblos que se tildaba de masas inconscientes y a los que se menospreciaba, haciendo gravitar sobre ellos, en época de paz, los horrores del pauperismo y la ignorancia, y en la guerra, los sacrificios y la sangre». La derrota se produce porque la clase dominante, es decir, los terratenientes, deciden entregar Tarapacá para que termine la guerra, que los ha quebrado y los amenaza como clase social. Pero los campesinos siguen luchando, incluso después de firmada la paz.
¿Qué repercusiones tuvo la resistencia?
Cáceres provoca una crisis ministerial en Chile por la derrota de una división completa en las batallas de Pucará, Marcavalle y Concepción. En el Congreso chileno se interpela al canciller Balmaceda y la interpelación va en términos de por qué el ejército chileno llega a Lima, por qué no se detuvo en Tacna tras haber conseguido su propósito. Balmaceda responde que en el litoral del Pacífico hay dos puertos de progreso, el Callao y Valparaíso, y para que uno emerja, el otro tiene que desaparecer.
¿Cómo se desarrolla la campaña?
Al comienzo la movilización de indígenas se hace como en las anteriores guerras civiles: son arriados al combate. A los hacendados se les pone el uniforme de oficial y a los pongos el de soldado y aún hay lealtad a caudillos y terratenientes. Luego la guerra se traslada a la sierra central. Y en el valle del Mantaro no había haciendas sino campesinado libre. Cuando el ejército chileno ocupa la zona, saquea y viola, pero choca con orgullosos pequeños propietarios independientes. Se desata entonces una ola nacionalista en la que el rechazo al invasor unifica a los peruanos. Las cartas de los oficiales son claras:
«El enemigo común es el chileno». Y aún hoy se conmemoran en el centro fiestas como la Majtada o los Avelinos. Como decía Macera, el único lugar en el Perú donde la guerra se celebra con ánimo festivo es la sierra central, porque ahí los campesinos no fueron derrotados sino que ganaron la guerra.
Por Enrique Hulerig Villegas
Fuente:
El Comercio, 23/10/2005