“El monitor Huáscar”, por Fernando D’Alessio

FERNANDO D’ALESSIO (*)

Vicealmirante

La Corte Internacional de Justicia de La Haya se ha pronunciado sobre la disputa relacionada con la delimitación de la frontera marítima entre el Perú y Chile, y su fallo debe ser acatado sin dilaciones por ambos países, los cuales voluntariamente aceptaron tener a este impecable juez para dirimirla. Posiblemente existan muchos chilenos y peruanos que no estén conformes con el fallo que ameritó el estudio detallado por muchos años de personas doctas en este tipo de jurisprudencia. El 27 de enero del 2014 será recordado como el día que se definió para siempre la frontera marítima entre ambos países, fallo que nos dejó con poco más de 300 metros de costa seca, ya que la frontera marítima según dicho fallo se inicia en el mar en la proyección del paralelo que pasa por el Hito 1. El veredicto es clarísimo, no deja duda, solo nos queda a ambos países cumplirlo con celeridad y sin discusiones.

Qué duda cabe que esto inicia un fortalecimiento de nuestras relaciones, que debemos manejar conjuntamente para seguir desarrollando económicamente a nuestros países y sacar de la pobreza a una gran cantidad de compatriotas de ambos países que se lo merecen.

El Perú y Chile son las estrellas de América Latina, ambos ocupan los dos primeros puestos en el prestigioso Índice de Competitividad del IMD de Lausana, Suiza; son los dos países con mejor desempeño económico de la región; son dos de los cuatro países, con Colombia y México, que hoy forman el acuerdo más importante logrado en nuestros años de Independencia: la Alianza del Pacífico, el cual puede lograr resultados sin precedentes para nuestras naciones. Existe inversión importante chilena en el Perú y peruana en Chile, ojalá se acreciente para seguir avanzando.

Una sola gran cosa queda pendiente para cerrar las dolorosas heridas de una nefasta guerra, la de 1879, el monitor “Huáscar”. El 8 de octubre del 2014 se cumplirán135 años del glorioso combate de Angamos, donde se inmoló el más grande de los peruanos, el gran almirante del Perú, don Miguel Grau Seminario.

Debemos trabajar juntos chilenos y peruanos para cerrar para siempre estas heridas, llevar al monitor, ambas escuadras navegando juntas desde Talcahuano hasta la punta Angamos, con ambos presidentes Bachelet y Humala embarcados en sus respectivos buques insignias.

En una ceremonia naval se procederá a abrir las válvulas de fondo para que se hunda en esas aguas, como hubiera sido el deseo de Grau, su maravilloso monitor, y mientras se hunde todos los buques, chilenos y peruanos, dispararán 21 cañonazos y sendas ofrendas florales se lanzarán al agua al término del hundimiento, donde reposará para siempre el glorioso “Huáscar”. Ambas escuadras con presidentes abordo navegarán hacia Iquique para en una ceremonia similar, con la gloriosa “Esmeralda” como testigo, se rinda homenaje donde se inmoló el más grande de los chilenos, el gran almirante de Chile, don Arturo Prat Chacón. En ese momento Grau y Prat se abrazarán en el cielo mirándonos iniciar hermanados una etapa de expectante trabajo conjunto para bien de nuestras generaciones venideras terminando para siempre rencores, rencillas y desconfianza, las cuales deben desaparecer en países hermanos que se convertirán muy pronto en países desarrollados económicamente.

(*) Por un error involuntario publicamos esta columna en la edición impresa bajo el nombre de Patricia del Río. Ofrecemos las disculpas del caso a nuestros lectores.

Fuente:

elcomercio.pe