Enrique Palacios y Mendiburu, Héroe del Huáscar, “cuerpo de niño y alma de coloso”, catorce veces herido en Angamos.

Escribe: Jorge Basadre
(Basadre 1968-70, 108-109)

Enrique Palacios y Mendiburu, nació en Lima el 16 de agosto de 1850 fruto de la relación entre Manuel José Palacios y María de Mendiburu.

Estudió en el Colegio Guadalupe y en el Colegio Militar y Naval, desde donde egresó para servir en la fragata Apurímac.

Durante el conflicto con España, en el combate de Abtao el 07 de febrero de 1865,  destacó por su valor y decisión a bordo del  Apurímac, donde logró ser ascendido a alférez de fragata por el Supremo Gobierno.

Sirviendo luego en el viaje de los monitores Manco Capac y Atahualpa, desde Estados Unidos, en la América y en el Huáscar hasta 1868 en que se alejó de su carrera.

Tras un breve retiro de la Marina por problemas de salud, se dedicó al comercio, lo que le permitió tener una posición económica estable. Al estallar la Guerra con Chile, se reintegró a la Marina y se embarcó hacia la fragata Independencia, una de las más poderosas de la marina peruana.

Volvió al Huáscar con la guerra de 1879, y actuó como teniente segundo en la Independencia. Estuvo en el naufragio de este barco y fue el último de los que, jadeantes, abandonaron su cubierta después de entregarla a las llamas. Ingresó en seguida al equipo inmortal del Huáscar, cuyo mando asumió cuando estaba cubierto de heridas.

El teniente Enrique Palacios comandó el buque con serenidad y valor después de  que ocurrieron las muertes de Miguel Grau, Diego Ferré y Elías Aguirre, quienes estaban a cargo de la conducción del Huáscar.

Palacios, quien yacía en agonía, fue canjeado por el teniente chileno Luis Uribe y fue enviado al Perú, pero en el transcurso del viaje, falleció ante la  rada de Iquique donde flameaba la bandera peruana.

Gravemente herido fue conducido después a bordo del Cochrane. Canjeado días después del combate, murió Palacios a consecuencia de las 14 heridas a bordo de uno de los vapores la compañía inglesa, en la rada de Iquique donde todavía flameaba el pabellón peruano. Domingo de Vivero le dedicó un poema llamándole “cuerpo de niño y alma de coloso” y diciendo:

Heraldo de la gloria, moribundo,
 le fue dado morir viendo la orilla
 donde el sol de Junín sin nubes brilla…

Sus restos llegaron al Callao el día 28 de octubre y recibió un homenaje póstumo hasta su funeral el 5 de noviembre en la catedral de Lima junto a otros jefes y oficiales muertos en el combate de Angamos.

Enrique Palacios y Mendiburu
Escribe: Rosendo Melo
(Melo 1884, 536)

Teniente Segundo Enrique Palacios y Mendiburu, gravemente herido en el Combate de Angamos, fallecido tras penosa agonía a los 29 años de edad. Cuando tenía 16, Enrique Palacios combatió en Abtao, defendiendo la integridad territorial de Chile contra las pretensiones españolas.

Escrito por: César Vásquez Bazán

Fuentes

Basadre, Jorge. 1968-70. Historia de la República del Perú. 6ta. ed. Lima: Editorial Universitaria, vol. VIII.

Melo, Rosendo. 1884. Los muertos del «Huáscar»: Apuntes biográficos, en Ahumada, Pascual. 1884. Guerra del Pacífico, Valparaíso: Imprenta del Progreso, vol. I.