Combate de Angamos: Así quedó el monitor Huáscar tras la lucha

El combate naval ocurrido un miércoles 8 de octubre de 1879, en el marco de la Guerra del Pacífico, enfrentó a los buques peruanos Huáscar y Unión contra los buques chilenos Cochrane, Blanco Encalada, Loa y Covadonga.

Esta contienda le costó la vida al gran almirante, quien por su grandeza de carácter, es reconocido hasta el día de hoy, tanto por chilenos como peruanos, como el Caballero de los Mares.

El monitor Huáscar fue construido en el Reino Unido en 1864 por orden del gobierno peruano. Actualmente sirve como museo flotante en el puerto chileno de Talcahuano, Región del Biobío.

El acorazado fue interceptado en Punta Angamos, el 8 de octubre de 1879. Tras una hora y media de intenso combate, y a pesar de los intentos de hundir la nave por parte de su tripulación, el monitor Huáscar fue capturado por la Armada de Chile.

Durante el combate naval de Angamos, el Huáscar sufrió serios daños entre lo que se destacan los causados por dos impactos directos en la torre Coles.

Monitor Huáscar después del combate de Angamos mostrando los daños sufridos en la torre Coles

El monitor Huáscar tras el combate de Angamos, mostrando los daños causados por los impactos directos en la torre Coles durante la batalla del 8 de octubre de 1879

Combate Naval de Angamos

Desarrollo del combate

A las 9:40, el monitor Huáscar abrió fuego dispararando una andanada de su artillería principal contra el Cochrane a una distancia de mil metros. La andanada no fue contestada por el Cochrane, que continuó acercándose, al igual que el Blanco Encalada y la Covadonga. Un tiro de la siguiente andanada del Huáscar rebota en el mar e impacta en la amura de estribor del Cochrane, por encima de la faja blindada, penetrando en la cocina, causando destrozos, cayendo finalmente sobre la cubierta sin estallar.

A las 9:48, a una distancia de 200 metros, el Cochraneabre fuegos con sus cañones de proa y centro de estribor. Uno de estos disparos impactó en el castillo del Huáscar arrojando el mascarón de proa al mar. Otro tiro del Huáscar impactó en la batería de estribor del Cochrane con ángulo de 30° produciendo una abolladura de 3 pulgadas en el blindaje.

A las 9:50 se producen los tiros más certeros del Cochrane. Una granada perforó el costado de babor, sobre la línea de flotación, explotando y dejando fuera de combate a 12 hombres los cuales operaban los manubrios para ronzar la torre de artillería. Otra granada perforó el blindaje sobre la línea de flotación en el mismo costado rompiendo el guardín de babor de la rueda de timón combate. Sin gobierno, el Huáscar vira a estribor.

Después de 5 a 10 minutos, se restablece el gobierno mediante el sistema de emergencia, que estaba en la popa debajo de la cámara del comandante. Una decena de hombres acciona la caña del timón mediante aparejos, recibiendo órdenes por mensajeros.

A las 10:00, una granada impactó la esquina superior derecha de la torre de mando, atravesó su blindaje y explotó, matando al contraalmirante Grau y por la onda expansiva, al teniente 1° Diego Ferré, quien estaba comunicándose con Grau a través del enjaretado en el piso de la torre. Muerto el comandante de la nave peruana, asumió el mando el segundo comandante, el capitán de corbeta Elías Aguirre Romero, que estaba en la torre giratoria de artillería. El Huáscar reasumió rumbo al noreste y el Cochrane se mantuvo por la aleta de babor.

A las 10:20, Latorre observó que el pabellón del Huáscar estaba sobre cubierta y ordenó suspender el fuego. Sin embargo, el monitor mantuvo su andar y habiendo transcurrido un par de minutos, Latorre ordena reanudar el fuego, al mismo tiempo que se izó un nuevo pabellón a bordo de la nave peruana.

A las 10:22, el Blanco Encalada y la Covadonga habían acortado distancias hasta los 200 m por la aleta de estribor del blindado peruano y abrieron fuego. El Huáscar quedó de esta manera encerrado entre los dos barcos chilenos.

Elías Aguirre dirigió sus fuegos contra el Blanco Encalada e intentó embestirlo con el espolón, pero el blindado chileno esquivó el golpe. En ese momento, un granada disparada por el Blanco Encalada perfora la torre de artillería, por la izquierda de la porta del cañón de la derecha, explotando en el interior y matando a casi todos los sirvientes de las dos piezas de artillería. En esa acción fue herido el capitán de fragata graduado Manuel Melitón Carvajal Ambulodegui, que fue llevado al departamento de máquinas para atenderlo. El cañón derecho quedó inhabilitado porque la explosión averió el compresor y la sobremuñera derechos. Se llevó dotaciones de relevo, inexpertas, para continuar el fuego solo con el cañón de 254mm de estribor.

Una granada del Cochrane perforó la popa del Huáscar, atravesó la cámara de oficiales, la cámara del comandante, dañó la estación de gobierno de emergencia, matando a toda la gente que gobernaba los aparejos, y llegó al departamento drogas, produciendo grandes destrozos e inhabilitándola como enfermería.

Cuando se perdió el control de gobierno, el Huáscar empezó a dar un amplio círculo de giro hacia estribor. Latorre intentó aprovechar esto para espolonear el monitor, pero el Huáscar pasó libre por la proa del Cochrane a las 10:25.

El Blanco Encalada también viró a estribor que lo llevó a colocarse en la proyección del círculo de giro del Huáscar y a las 10:29, pasó libre a 23 m por la popa del Huáscar, aprovechando para dispararle una andanada, pero quedando entre el Cochrane y el Huáscar. Esta acción obligó al Cochrane, que estaba a 200 m por la aleta de babor del Huáscar, a girar en redondo a babor para evitar una colisión contra el Blanco Encalada, llegando a distanciarse a 1.200 m del Huáscar. El Blanco Encalada también quiso evitar la colisión y giró a estribor.

Elías Aguirre recuperó el gobierno del Huáscar mediante el sistema de emergencia y enrumbó hacia el Cochrane para espolonearlo: Latorre también decide espolonear al Huáscar, pero el blindado peruano cae a babor y su popa pasa a 5 m por la proa del Cochrane a las 10:37.

Durante estas acciones, los tiros no cesaron en ambas partes, pero el Huáscar tenía limitada respuesta porque solo le quedaba un cañón en la torre artillera. El continuo intercambio de disparo generó graves daños y bajas abordo del Huáscar.

A las 10:40, los dos blindados chilenos están por la aleta de babor del Huáscar. Una granada perforó la torre de artillería y explotó hiriendo mortalmente a sus operadores, incluido el comandante Aguirre.

Muchos tiros perforaron la chimenea, desprendiendo hollín y humo, que entró al departamento de calderas, impidiendo leer los manómetros y niveles de agua. En una de las calderas, el agua bajó mucho de nivel y se quemaron todos su tubos, produciendo un gran escape de vapor. Paralelamente, los fusileros colocados en las tres cofas de los blindados chilenos, mataron a 3 de los 4 operadores de la ametralladora Gatling del Huáscar y el último cayó a cubierta. Varias granadas perforaron el blindaje del departamento de máquinas y, al estallar, mataron a varias personas en el pasadizo de máquinas e hiriendo a otras, como al cirujano mayor Santiago Távara y a John Griffiths, comandante del velero chileno apresado Coquimbo.

Herido el capitán de fragata Melitón Carvajal y muerto el Teniente Primero José Melitón Rodríguez Pérez, el mando del “Huáscar” recayó en el joven Teniente Primero Pedro Gárezon Thomas, quien asumió el control de la nave a las 10:48, cuando ésta se encontraba ingobernable y totalmente averiada.

Nuevos incendios se desataron a bordo, a proa y en la torre, con una caldera inutilizada, con parte de la tripulación muerta o herida y con solo cuatro oficiales de guerra a bordo, el teniente Gárezon convocó a los tenientes segundos Fermín Díez Canseco y Gervasio Santillana y al alférez de fragata Ricardo Herrera, con quienes decidió hundir la nave antes que entregarla rendida.

A las 10:54 El alférez Herrera da la orden al 1° maquinista de la nave, Samuel Mac Mahon, de abrir las válvulas para que inundase la sala de máquinas y el resto del buque.

Mac Mahon evacúa a los heridos del pañol de máquinas y a las 11:05 detiene las máquinas y abre las válvulas.

A las 11:06, la Covadonga dispara un tiro contra el Huáscar, mientras desde los blindados chilenos se observa que el buque peruano disminuye su avance y se preparan las embarcaciones para abordarlo y capturarlo; el Cochrane estaba a 15 m por al aleta de estribor y el Blanco por al aleta de babor.

A las 11.08 el Huáscar se detiene y a las 11:10 es abordado por los marinos chilenos, quienes inmediatamente conminaron por la fuerza a los maquinistas a cerrar las válvulas. En esos momentos, el Huáscar tenía 1,2 m de agua en la sentina. La marinería chilena se empeñó en apagar los múltiples incendios que había a bordo del monitor, mientras que la tripulación peruana era trasbordada a los buques chilenos en calidad de prisioneros de guerra.

En el combate, el Cochrane tuvo 10 heridos, uno de los cuales murió luego. El Huáscar tuvo en el combate 33 muertos, 24 heridos graves, 3 heridos leves y 144 ilesos, todos hechos prisioneros. Después del combate murieron 8 más, entre los que estaba el teniente Palacios. El Cochrane disparó 45 granadas Palliser de 250 libras, 12 granadas de 20 libras, 16 proyectiles de 7 libras, 560 tiros de la ametralladora Nordenfelt y mil tiros de rifle.

El Blanco Encalada disparó 31 granadas Palliser de 250 libras, 6 granadas de 20 libras, 4 proyectiles de 9 libras,[ 2 proyectiles de 7 libras, 350 tiros de ametralladora Nordenfelt y mil tiros de rifle.

La Covadonga realizó algunos disparos. El Huáscar disparó 40 granadas Palliser de 300 libras y unos 6 con sus cañones menores, además de varios tiros de rifle y de ametralladora Gatling.

La historiografía peruana siempre había considerado que el Huáscar nunca había tenido granadas Palliser, pues se pensaban que eran las únicas capaces de perforar el blindaje de los buques chilenos, pero el estado general al 31 de julio registra la existencia de 145 granadas Palliser a bordo del Huáscar.

En el combate, el Huáscar recibió 24 proyectiles, 16 de ellos eran Palliser, que dañaron un cañón de 300 libras, destrozó el cañón de 12 libras e hizo perder el gobierno del buque en 3 ocasiones, entre otros daños. El Cochrane recibió 3 proyectiles Palliser que no le produjeron daños materiales.

Epílogo

Tras la captura del Huáscar, el teniente Pedro Gárezon pidió a Simpson, el teniente chileno del Cochrane, poder buscar el cadáver del almirante Grau el cual no había sido encontrado aun. La búsqueda del cadáver de Grau se prolongó hasta las 17:00. El hallazgo lo hizo el propio Gárezon entre los restos destruidos de la torre de mando: … un trozo de pierna blanca y velluda, solo desde la mitad de la pantorrilla al pie, el que estaba calzado con botín de cuero; y la capellada del botín había desaparecido como si se la hubiese cortado cuidadosamente con una cuchilla muy fina sin dañarse la suela ni las uñas de los dedos, que estaban completamente desnudos.

Una vez controlados los incendios abordo del Huáscar, Riveros nombra al capitán de corbeta Peña comandante accidental del Huáscar al mando del cual llegó a Mejillones, escoltado por el Matías Cousiño y los dos blindados, a las 15:00 del mismo 8 de octubre.

Ese mismo día, al iniciarse el combate, se había ordenado al transporte artillado Copiapó, navegar desde Antofagasta hasta Mejillones llevando cirujanos y otros elementos de auxilio.

La muerte del Almirante Grau fue muy sentida en la Escuadra Chilena, como lo testifica el parte pasado por el comandante Galvarino Riveros:

…La muerte del contraalmirante peruano, don Miguel Grau, ha sido, señor comandante general, muy sentido en esta Escuadra, cuyos jefes y oficiales hacían amplia justicia al patriotismo y al valor del notable marino, Miguel Grau Seminario y su tripulación.

Compilado y editado por
Ricardo Cuya-Vera de Calidad Integral
Divulgador de la memoria de Miguel Grau Seminario.