Durante la contienda fue apodado el Príncipe Rojo por los chinos culíes liberados durante la expedición militar realizada por él en los valles del norte de Perú entre el 4 de septiembre al 1 de noviembre de 1880, y en Chile fue llamado como el Último Virrey de Perú por su labor y operaciones realizadas en la ocupación …
Nacimiento:
Patricio Javier de los Dolores Lynch y Solo de Zaldívar nació en Santiago, hijo de Estanislao Lynch y Roo (nieto de Patrick Lynch, inmigrante irlandés que en Argentina se convirtió en un importante hacendado, dato rosa, el Che Guevara es pariente directo de Patrick, su padre que se llamaba Ernesto Guevara Lynch era tatara tatara tatara nieto de Patrick Lynch ), y María del Carmen Solo de Zaldívar Rivera, mujer de alta alcurnia, como se puede sospechar Lynch no tuvo problemas de medios en su infancia y adolescencia.
Niñez:
A los 12 años el pelirrojo entró a la Escuela Militar, debido a que en ese tiempo Chile estaba en guerra contra la Confederación Perú-Boliviana sus estudios fueron cursados muy rápido, en otras palabras la marina necesitaba rápidamente gente, así que todos tuvieron cursos apuraditos. Con 15 años ya era guardiamarina, y vio acción en el Combate de Casma (que fue la victoria decisiva de la armada chilena en lo que se refería a dominio marítimo en esa guerra). Su siguiente parada lo alejó de su país natal, Lynch partiría a Gran Bretaña, para enrolarse en la Royal Navy, aparentemente el conflicto seguía a Lynch donde fuera (bueh…en el caso de servir en la Royal Navy, tarde o temprano te iba a tocar ir a pelear en algún lado), y esta vez el conflicto era la Primera Guerra del Opio a bordo del HMS Calliope (una seguidilla de enfrentamientos entre chinos, y británicos para asegurar el opio; versión corta Gran Bretaña ganó, el opio se masificó como cáncer, y Hong Kong pasó a ser parte del Imperio por bastaaante tiempo). Lynch siempre se mostró como un oficial altamente competente (en más de una ocasión fue mencionado por sus superiores por su valor), durante este conflicto aprendió chino-cantonés (según el historiador que prefieran su dominio del idioma era casi perfecto, a básico)…marquen este detalle, en el futuro ese hecho serviría de una forma inesperada al pelirrojo.
Vuelta a Chile:
Volvió a Chile, después de un breve intento de participar en la fiebre del oro en California, nuevamente dependiendo del historiador dirán que no le fue muy bien, o que fue modestamente exitoso…lo más probable es que le fue como el ajo. Como les dije, el conflicto seguía a Lynch donde fuera (y joden a Piñera, y Bachelet por yeta) y esta vez fue la revolución del ’51 (intento liberal de derrocar a Montt, y derogar la Constitución de 1833), pese a que políticamente era liberal, y privadamente opositor férreo a Manuel Montt, Lynch estuvo presente en las escaramuzas que se dieron, apoyando al gobierno constitucional contra los rebeldes liberales, sin embargo terminado el conflicto se produjo un hecho que lo marcaría por varios años, se dice que el gobierno de Montt encargó el transporte de prisioneros políticos en el Janequeo (nave que comandaba), Lynch respondió negativamente, agregando que la marina no estaba para esas labores, lo que valió una sonora PLR, así es, Patricio Lynch, probablemente uno de los héroes más connotados de nuestra historia fue forzosamente retirado, por razones políticas…apuesto que no lo habrían imaginado.
Probablemente después de decirles métanse su bergantín en la raja…Lynch se retiró a vivir una vida pacífica, dedicado a sus negocios, y administrar sus tierras…después de todo Lynch tenía suficiente dinero como para andar preocupándose por zoquetes (en otras palabras, soy demasiado rico pa’ andar aguantando pelotudos). Fueron 12 años de descanso, pero ¿adivinen qué?…otra guerra…ahora contra España (de verdad, este tipo parece “La Reportera del Crimen”, pa’ donde se va alguna embarrada queda) pidió su re-instalación en el servicio, cosa que se le concedió…pero sorprendentemente no vio acción en el conflicto como tal. Después ocupó un puesto administrativo, como agregado del Ministerio de Guerra, lo que lo llevó a ser el precursor de varias normas que buscaban la modernización de la Armada (lo que no le ayudó a hacerse muchos amigos).
La Guerra del Pacífico:
Sorpresa, sorpresa…una guerra…La Guerra del Pacífico…y es ahora donde Lynch pasa a ser leyenda, los primeros años del conflicto ocupó labores administrativas, ya que tenía experiencia en lo que se refiere a organización (recordemos sus años de retiro). En 1881 se integró al ejército, sin problemas cambió el mar por la tierra, y su participación en la Campaña de Lima fue decisiva. ¿Recuerdan que les dije que Lynch hablaba chino?, ahora es donde esto pasa a ser relevante, en Perú existían unos trabajadores, que mejor dicho eran esclavos…los coolies (cooly, kuli, quli, koelie…es una palabra que proviene de la india, que denominaba a los trabajadores, sin embargo el término denomina a esclavos de Asia, principalmente chinos); en su camino Lynch encontró a muchos coolies, a los que básicamente les dijo “Cabros, ¿les gustaría ser libres, y de paso sacarles la mierda a sus antiguos jefes?”…asumo que los chinos lo pensaron 0.1 segundos para decir “Donde firmamos”, es ahí cuando los asiáticos lo llamaron “El Príncipe Rojo”, debido a su pelo, los chinos probaron ser vitales, no sólo por lo leales, sino por lo brutales (sólo piénsenlo, si te dan la oportunidad de patear en las bolas a tu jefe, lo vas a patear fuerte)
Lynch, cortesía de Auguste Rodin.
Cuando las tropas chilenas llegaron a Lima, digamos que no fuimos los huéspedes más amables, quemamos, matamos y robamos, y hasta el día de hoy los peruanos culpan de esto a Lynch, porque esto sucedió cuando él era el encargado de los territorios ocupados, fue por esta labor que también se le conoció como “El Último Virrey del Perú”.
Después de la guerra:
Fue designado ministro plenipotenciario ante España, básicamente en lo que serían las negociaciones con la Madre Patria…ya saben…por eso de las guerras, y esas coas. En Europa la salud de Lynch comienza a fallar, cuando volvía de España a Chile el “Príncipe Rojo” fallece apropiadamente en alta mar; amado, odiado, temido, y respetado Lynch simplemente no dejaba a nadie indiferente, y probó ser un hombre vital en la historia militar chilena, por su astucia, sentido de la oportunidad, y agudeza general.
Por: