En 1873 Bolivia creyó conveniente firmar un tratado de alianza defensiva con el Perú. La decisión de la cancillería boliviana fue en respuesta a la expedición de Quintín Quevedo, un militar boliviano, partidario de Melgarejo, supuestamente armada y financiada desde Valparaíso en contra del gobierno boliviano de entonces. Se pensaba que un posible respaldo del Perú evitaría en el futuro aventuras de este tipo.
El documento se firmó en Lima el 6 de febrero de 1873. En el texto se puso especial énfasis que el tratado era estrictamente defensivo, obligando a los firmantes a defenderse de toda agresión exterior. En ninguna parte del texto se hizo referencia a Chile. Lo firmaron el canciller peruano José de la Riva-Agüero y el plenipotenciario boliviano Juan de la Cruz Benavente.
Lo censurable estuvo en ser un acuerdo secreto, y la diplomacia chilena se las arregló para conocer su existencia. Incluso a la cancillería de Santiago llegó una copia del tratado. Pero los gobiernos chilenos de entonces, estratégicamente, no lo denunciaron internacionalmente. Definitivamente lo tomaron como una carta secreta bajo la manga que en cualquier momento podían utilizar a su favor.
Los planes de Manuel Pardo, presidente del Perú en 1873, incluían a la república de Argentina, que debía sumarse a la alianza secreta. Quería aprovechar una disputa argentina-chilena sobre unos territorios en la Patagonia. Pardo veía en Argentina una aliada natural. Pero esta inclusión nunca llegó a realizarse pues el congreso argentino analizó detalladamente las posibilidades militares y políticas de Perú y Bolivia, así como una eventual alianza militar entre Chile y Brasil, países con lo cuales Argentina tenía disputas territoriales.
¿Porque firmó el Perú el tratado con Bolivia? Jorge Basadre escribió que se creyó conveniente resguardar las salitreras de Tarapacá, vecinas de las salitreras de territorio boliviano y amenazadas por el avance chileno. La alianza al crear el eje Lima-La Paz con ánimo de convertirlo en un eje Lima-La Paz-Buenos Aires, pretendió forjar un instrumento para garantizar la paz y la estabilidad en las fronteras americanas buscando la defensa del equilibrio continental. Como vemos, el punto de vista de los historiadores peruanos es que el objetivo no fue provocar sino contener a Chile.
De esta forma, quedó unido el Perú a un país como Bolivia, caótico, desprotegido y sin ningún poder militar (ni siquiera tenía escuadra). En efecto, era muy ingenuo por parte del Perú aliarse con Bolivia, un país anárquico en el cual cada gobierno tenía su propia forma de actuar. Sus distintos gobiernos tenían una actitud oscilante y muchas veces contradictoria respecto al Perú o a Chile.
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