Se mantenía el bloqueo de El Callao con la corbeta «Chacabuco», la cañonera «Pilcomayo», el monitor «Huáscar» y el transporte «Angamos» , a cargo el Capitán de Fragata Oscar Viel Toro.
De día los buques fondeaban en la isla San Lorenzo y de noche cruzaban la bahía, sirviéndoles de avanzada las lanchas torpederas, constituidas por la «Fresia» , al mando del Teniente 1° Alvaro Bianchi Tupper, la «Guacolda» al mando del Teniente 2° Recaredo Amengual Novajas y «Colo Colo» y «Tucapel» al mando de los Guardiamarinas Gaspar García Pica y Víctor M. Donoso, respectivamente.
Capitán de Fragata Oscar Viel Toro
Todas tenían dos torpedos y una ametralladora Hotchkiss, excepto la «Fresia» que tenía tres torpedos.
En la noche del 5 de diciembre de 1880, las lanchas torpederas chilenas se encontraban haciendo su ronda habitual por la bahía de El Callao, al mando del Teniente Bianchi.
Los peruanos poseían también lanchas torpederas, la «Arno», con un cañón de 40, otrode 32 y una ametralladora; la «Urcos», la «Capitanía», y la «Resguardo», que eran lanchas con un cañón y ametralladoras y la lancha torpedera «República», con igual armamento que las chilenas.
Al amanecer del día 6 , la «Fresia» cruzaba el espacio libre entre la playa y los buques neutrales, cuando sorpresivamente fue atacada por la «Arno», que salía de la dársena y luego por las «Resguardo», «Urcos» y «Capitanía».
La «Fresia» rompió el fuego contra la flotilla enemiga, mientras acudían en su ayuda las lanchas «Guacolda» y «Colo Colo» y posteriormente la «Tucapel» y el escampavías «Toro» armado con 1 cañón de 40 lbs y el «Lautaro», con un cañón de 40 lbs y dos cañones de 6 lbs.
Los peruanos trataban de atraer a las lanchas chilenas, retrocediendo hacia la dársena, para que quedaran dentro de la distancia de tiro de las baterías del puerto y luego volvían a atacarlas, para retroceder nuevamente.
Mientras tanto, el fuego cruzado entre las embarcaciones alarmó al Comandante Viel, que ordenó que todos los buques fueran a proteger a nuestra flotilla.
El «Huáscar» al mando de Carlos Condell de la Haza se aproximó a 2.500 metros y se batía con los fuertes peruanos, cuando tuvo una falla en las máquinas y quedó detenido en el medio de la bahía. Sin embargo, no sufrió daño alguno, sólo salpicaduras de los tiros que caían cerca.
Debido a que las torpederas habían quedado dentro del alcance de las baterías de tierra, el Teniente Bianchi ordenó retirarse, mientras él con la «Fresia» reconocía una lancha cisterna que los peruanos habían dejado fondeada.
Durante la refriega, una bala de fusil hirió al Aspirante Juan Antonio Morel Zegers de la «Fresia». Reconocida la lancha, la torpedera se dirigió a corbeta «Chacabuco» para que se pudiera atender al Aspirante herido.
En el trayecto un proyectil de 30 libras estalló y dejó herido al capitán de altos Juan Cárdenas y mató al timonel Adolfo Núñez, produciendo además destrozos en el timón y la popa.
Reparadas las averías, pudo llegar por sus propios medios al costado de la «Chacabuco».
A los pocos momentos de llegar a la enfermería, el Aspirante Morel falleció.
El daño de la «Fresia» era considerable y a pesar de todos los esfuerzos para evitar su pérdida, finalmente se hundió al costado del escampavía «Toro».
Los restos del Aspirante Morel fueron enviados a Valparaíso y los de Adolfo Núñez enterrados en la isla San Lorenzo.
El 14 de diciembre la «Fresia» fue reflotada y diez días después estaba nuevamente en servicio.
Fuente:
armada.cl