Frente al mar de San Miguel, Rodrigo Quijandría empapa la conversación con anécdotas de su niñez, los dibujos animados que lo marcaron, pero sobre todo con la emoción que lo colma por ese hijo animado a quien por ahora simplemente llama Grumete Grau.
¿Cómo nace el interés por hacer una serie de personajes animados?
Como la mayoría de los que estamos en el rubro de animación, en mi estudio hacíamos trabajos de publicidad, hasta que empezamos a realizar videos educativos de 10 minutos para algunos clientes sobre el ahorro de energía, el cuidado del agua, etc. Salieron muy bien y tuvieron buena acogida, y eso me hizo pensar en que podía ser el embrión de las series animadas en el Perú.
¿Y brota de inmediato la idea de una serie sobre un joven Grau?
No, no. Años atrás un amigo uruguayo –que también tiene un estudio de animación– me habló sobre trabajar en ‘joint venture’ historias de personajes animados de cada país de la región que representaran sus valores y tradiciones. El proyecto se llamaba Mi Pequeño Héroe. Él había escogido a José Gervasio Artigas.
¿Y su propuesta fue Grau?
No, increíblemente no. Tal vez estaba bloqueado, pero primero pensé en Túpac Amaru, Andrés Cáceres… En Chile escogieron a O’Higgins, en Argentina a San Martín, a Bolívar en Venezuela, pero la primera opción que tuve no fue Grau.
Pero es el Hombre del Milenio…
No era que no le tuviera respeto, no. Al contrario. Pero para mí la figura de Grau era la de una estatua de bronce. No lo había humanizado. Aunque siempre me quedó la inquietud, le daba vueltas a la idea, hasta que llegué a la conclusión de que ese niño héroe peruano tenía que ser Grau. Es el personaje que encarna los valores patrios, sí, pero también los valores personales.
Pensé que su interés por Grau se debía a una formación marina o a un amor enorme por el mar.
Es divertido, ¿sabe? Porque no tengo ningún vínculo de ese tipo, pero al realizar la investigación para el proyecto me di cuenta de que mi tío abuelo, Federico Salmón de la Jara, fue director del Instituto de Estudios Histórico-Marítimos del Perú y uno de los encargados de traer el BAP Grau al Perú [en 1959, desde un astillero en Inglaterra].
Entonces la idea es presentar a un Grau más cercano y humano.
Veremos cómo desarrolla valores en un contexto complicado, cómo un niño de 9 años se embarca en un barco y vive una serie de peripecias que forjan su carácter. Porque luego ese marinero se convierte en padre ejemplar, político consecuente, patriota y finalmente héroe.
¿Quiénes trabajan en el proyecto?
Somos unas diez personas, aunque no todas permanentemente. La idea es tener un estilo visual propio, vamos a trabajar los fondos y escenarios en 3D, pero los personajes estarán en 2D. Es un híbrido visual, todo se integrará en la pantalla. Aunque hay una industria de animación en 3D que se está desarrollando en el país, trabajar así lleva inevitablemente a la comparación con Pixar. Queremos hacer algo diferente.
También usa una estética anime…
Sí, porque en el Perú hay una cultura de ese tipo muy fuerte. Todos hemos crecido con estos personajes, los más jóvenes con Supercampeones o Caballeros del Zodíaco, los mayores como yo con Princesa Caballero, Fantasmagórico o Astroboy. Es un lenguaje que todos reconocemos.
¿En qué etapa del proyecto está?
Quizás hemos avanzado un tercio. La idea es que la serie esté lista para emitirse a fin de año o a comienzos del próximo. Como comencé pensando en un proyecto educativo, nos interesaría ponerlo en TV más que en cine. Que tenga mucha difusión. Y también se nos ocurrió trabajar con cómics, para hacer una especie de testeo con las mismas líneas argumentales que tendrán los capítulos de la serie, como lo hacen en Japón. Ya hemos publicado dos números.
¿Y cómo conjugar realidad con una narrativa atractiva?
Eso me lo preguntan muchos. Por suerte, en medio de este proceso hemos tenido la acogida del Centro de Estudios Históricos del Pacífico, una ONG que nos apoya en entender el contexto histórico de Grau. Además, estamos leyendo mucha bibliografía sobre Grau, hemos visitado instalaciones navales y conversado con integrantes de la Marina.
Pero siempre habrá ficción. Por ejemplo, en el tráiler de la serie se ve cómo Grau enfrenta a piratas…
En esa época había piratas, eso es historia. Y se atacó el puerto de Paita. El personaje del capitán que acoge a Grau y otros también fueron verdaderos. En los episodios mezclaremos el drama real con la aventura. La serie empezará con un Grau de 9 años que se convierte en grumete en el bergantín a velas Tescua, y seguirá hasta que cumpla los 18 años. Claro, uno podría pensar que un barco no es el mejor lugar para aprender y crecer, pero se verá que sí.
No voy a decir que el Gran Almirante está de moda, pero también tenemos en la web a Grau del Espacio.
Sí, claro. Es la creación de Wayo Saravia. Hemos conversado sobre nuestros proyectos, nos hemos apoyado. Aunque él se enfocó en el futuro y yo en el pasado [risas].
EL PERFIL
RODRIGO QUIJANDRÍA: «Estudié Diseño Industrial en la PUCP y luego animación en 3D en Inglaterra. Al volver abrí Spektro 3D. He enseñado en USIL, Cibertec, Toulouse-Lautrec y Orval. Soy un profesor impenitente, pero ahora he centrado todo en el proyecto de Grumete Grau. Confío en que es el inicio de una forma de hacer animación en el Perú. En mis cursos instaba a los alumnos a pensar en personajes peruanos y ahora me toca hacerlo a mí».
Escrito por: ADOLFO BAZÁN COQUIS
Fuente:
elcomercio.pe